Australia

Algunos hermanos comenzaron
a trabajar en talleres de guerra
violando "la neutralidad" que predicaban. (Foto de ejemplo)
A finales de los años 30 y principio de los 40 la sociedad Watchtower fue parte de uno de los episodios mas bochornosos en tierras Australianas.
La sucursal de aquel país se envolvió en practicas mas que cuestionables abalados por el presidente de la sociedad Watchtower J.F.Rutherford.

El anuario de 1983 página 63 informa "En 1938 J. F. Rutherford, el presidente de la Sociedad, visitó Sydney en ocasión de una asamblea de distrito que se celebró en el estadio de Leichhardt.
Entre las razones que tuvo el hermano Rutherford para su visita estaba el examinar las quejas que se habían presentado acerca de ciertas actividades comerciales que la sucursal australiana había desarrollado para dar empleo a los hermanos. Él quedó convencido de que estas cosas no estaban causando daño a la predicación de las buenas nuevas y dio encomio al hermano MacGillivray por su iniciativa. Sin embargo, más tarde estas empresas causarían penalidades y dificultad.

¿Que eran esas actividades comerciales? "Con el fin de atender lo que entonces parecían ser necesidades legítimas, la sucursal de la Sociedad se envolvió en diversas actividades comerciales, incurriendo así en un gran error. La sucursal poseía varios aserraderos, más de veinte “haciendas del Reino”, una firma de ingeniería y una panadería, entre otras empresas." (Proclamadores p640-641).
El anuario antes citado sigue diciendo en la página 96 "Durante los años de la guerra y la proscripción, estas actividades habían servido de medio de mantenimiento a muchas personas que anteriormente habían sido siervos de tiempo completo y que no pudieron seguir en el servicio de precursor debido a la proscripción. Sin embargo, la organización de hecho se había extralimitado al establecer empresas comerciales, y esto había tenido un efecto perturbador en muchos hermanos".

La Atalaya del 1 de junio de 1947 páginas 171-174. dijo que la sucursal Australiana comenzó a hacer mucho dinero con las empresas ya mencionadas. La mano de obra que se empleaba era de los propios Testigos, se les había mandado dejar de predicar para trabajar en estas fabricas.
Entre esas empresas se encontraba una lavandería, que lavaba uniformes militares por un buen precio.
Otros, sin embargo, participaban en talleres de guerra.

Originalmente, la organización había adquirido estaciones de radio para difundir el mensaje, en cambio se empleó ese tiempo en programas comerciales que daban dinero. De las 16 horas de radio, solo una hora se empleaba para el mensaje del reino (en otras estaciones ni siquiera eso).
El resto del tiempo era dedicada a la difusión de programas comerciales de deportes, música, danza, obras de teatro y toda suerte de cosas de este mundo.

El escritor Peter Strawhan tuvo acceso a los archivos del gobierno y pudo comprobar que la sucursal Australiana había adquirido bonos de guerra por un valor de £10,000, ese dinero era fruto de las ganancias de esas empresas (ver extracto de la tesis)
Esto no suena descabellado, teniendo en cuenta que en la primera guerra mundial la central mandó a comprar bonos para apoyar a los soldados americanos.

Fue entonces cuando los hermanos mas fieles elevaron sus quejas a Rutherford aprovechando su visita en Australia.
Sin embargo, el juez pasó por alto esas quejas y por el contrario avaló aquellos negocios "mundanos".

Consecuencias

En anuario antes mencionado en la página 96 reconoce: "durante aquellos años se habían cometido errores, y se necesitaba algo que aclarara la atmósfera. Entonces todos los hermanos podrían adelantar de nuevo con todo el corazón en la obra primordial y esencial de predicar el Reino. La primera visita que hizo a Australia en marzo de 1947 Nathan Knorr, presidente de la Watch Tower, suministró la ocasión para esto".

Y así fue, Nathan Knorr debía enmendar el error de Rutherford.
Muchos hermanos se sintieron decepcionados y abandonaron la organización. No se vendían tantos libros, el numero de publicadores bajó considerablemente, de 4.328 en 1943 a 2.713 en diciembre de 1946. El desplome fue tan grande que Knorr viajó a Australia de urgencia.


"Palabras fingidas"


N.H.Knorr organizó una asamblea en donde se daría a conocer una resolución. La sociedad Watchtower quería pedir perdón públicamente:

"...confesar que durante la II Guerra Mundial extendimos las manos de varias maneras a la iniquidad de este mundo en guerra; pusimos diversas propiedades del pueblo consagrado de Dios en lo que ahora comprendemos que era una parte del esfuerzo y la propaganda de guerra, violando así la verdadera neutralidad de todos los que siguen las pisadas de Cristo Jesús, que estaban en el mundo pero no tenían autoridad para hacerse parte de éste.
“Por lo tanto, nosotros, los testigos de Jehová de este gran Continente, por la presente confesamos abiertamente y en conjunto delante de Él nuestros pecados y faltas y defectos y encarecidamente pedimos su perdón y misericordia mediante Cristo Jesús, para que él borre nuestras transgresiones. Poniendo nuestra confianza en que él nos restaurará bondadosamente a su favor, declaramos nuestro propósito de andar con mayor cuidado durante este período de la posguerra, y apartarnos de la mundanalidad y esforzarnos por mantenernos de ahora en adelante sin mancha del mundo en nuestra integridad.” (p98)

Pero hay algo que omite el anuario de 1983, la central admitió desconocer las actividades de la sucursal Australiana aunque se sabe que Rutherford estuvo al tanto de todo.
El discurso de Knorr acusó fervientemente a los hermanos que con su lengua chismosa habían perjudicado el adelantamiento de la obra en ese país.
El hermano Henschel prosiguió con el discurso titulado "La lengua: uso correcto y equivocado". Se dieron ejemplos puntuales del uso de la lengua.
Aunque las comparaciones son odiosas, se les dijo que los hermanos de Europa a diferencia de "estos" estaban siendo bendecidos por Dios al usar la lengua correctamente.
La revista Atalaya del 1 de junio de 1947 página 175 dice que los hermanos recibieron estas advertencias "de buena gana".

Referencia: 

Atalaya del 1 de junio de 1947 páginas 171-174.