Introducción
De acuerdo con esto, la mayor parte de las religiones han
visto la necesidad de dirigir la cuestión
de la sexualidad en las relaciones humanas. Diferentes religiones tienen
diferentes códigos de moral sexual, que regulan la actividad sexual o asignan
valores normativos a ciertas acciones o pensamientos cargados de contenido
sexual.
Los Testigos de Jehová no son la excepción a este respecto, en
su publicación “El secreto de la felicidad familiar” cap. 6 pág. 68 párr. 10,
menciona:
“Debemos agradecer que la Biblia contenga pautas claras
sobre la conducta sexual, y la Sociedad
Watchtower ha publicado mucha información útil que muestra que tal normativa
sigue teniendo vigencia en este mundo moderno. ¿Por qué no valerse de
esta ayuda? Por ejemplo, ¿por qué no repasar con el hijo o la hija los
capítulos correspondientes de los volúmenes 1 y 2 del libro Lo que los jóvenes
preguntan. Respuestas prácticas? Es posible que el resultado le sorprenda
agradablemente”.
Toda persona razonable y educada reconoce el valor de una
educación sexual sana. No obstante las religiones parecen sobrepasar
ese límite de lo que sería educar, para adoctrinar, regular en consonancia
con sus prejuicios o su interpretación particular de los preceptos contenidos en el libro que usen como base para sus creencias hasta el punto de inmiscuirse en la vida íntima de las
personas, invadiendo así la esfera más privada de sus miembros.
La sexualidad de los testigos de Jehová se rige por un código de reglas estrictas establecidas por la Sociedad Wacht Tower. De acuerdo con las publicaciones de los testigos de Jehová, "fornicación" (griego porneia ) se refiere a toda práctica sexual fuera del matrimonio , incluyendo el adulterio, la prostitución, las relaciones sexuales entre personas no casadas, incluyendo el sexo oral, sodomía o la manipulación de los genitales, la homosexualidad , la bestialidad y la pedofilia. Esta es la única causa de divorcio que puede poner fin al matrimonio y que permite volver a casarse. La masturbación también está condenada, aunque no se llega a expulsar por ella. Hubo un momento en que incluso el sexo dentro del matrimonio fue gobernado por la organización, asunto este en el que después de años tuvieron que rectificar.
En el caso de los testigos, un caso notable de esto sucedió en
las décadas de los 70 a 80 del siglo XX.
La sexualidad de los testigos de Jehová se rige por un código de reglas estrictas establecidas por la Sociedad Wacht Tower. De acuerdo con las publicaciones de los testigos de Jehová, "fornicación" (griego porneia ) se refiere a toda práctica sexual fuera del matrimonio , incluyendo el adulterio, la prostitución, las relaciones sexuales entre personas no casadas, incluyendo el sexo oral, sodomía o la manipulación de los genitales, la homosexualidad , la bestialidad y la pedofilia. Esta es la única causa de divorcio que puede poner fin al matrimonio y que permite volver a casarse. La masturbación también está condenada, aunque no se llega a expulsar por ella. Hubo un momento en que incluso el sexo dentro del matrimonio fue gobernado por la organización, asunto este en el que después de años tuvieron que rectificar.
Vaivenes interpretativos en materia sexual
Entre los testigos de Jehová, las relaciones sexuales están
permitidas sólo dentro del matrimonio. Según ellos, Dios quiso que la vida se
transmitiera a través de las relaciones sexuales en este contexto ( Génesis
1:26-28 ) y los órganos sexuales están estrechamente relacionados con la vida,
que es sagrada. La Sociedad Watchtower procedió a regular la vida sexual de las
parejas Testigos de Jehová, estableciendo
las reglas que definen lo que es apropiado y lo que no, en materia de sexo, incluso
amenazando con expulsión a aquellos que no respeten las pauta marcadas por la
organización.
Un artículo en La Atalaya del 15 de Agosto 1970, p. 509-511, en la sección "Preguntas de los lectores" por primera vez atrajo la atención de los Testigos de Jehová sobre ciertas
prácticas sexuales en el contexto de las relaciones de pareja. Varias personas escribieron a la Sociedad Watch Tower para pedirle su opinión sobre estas
prácticas, y esta consideró el tema como algo apropiado en lo que intervenir y dictar normas precisas que de no respetarse podrían llevar a algunas parejas a divorciarse e incluso a la expulsión de la organización.
Una cantidad de correspondencia sin precedente nos llegó en
los siguientes cinco años, la mayor parte de ella preguntando sobre la base
bíblica para que los miembros del Cuerpo Gobernante se inmiscuyeran en la vida
privada de otros y expresando incapacidad de ver la validez de los argumentos presentados para apoyar la posición tomada" -Fin de la cita-
La Atalaya del 15 de julio de 1978, páginas 30-32, contenía
tal material, el cual incluyó el punto siguiente: ". . . en vista de la ausencia de una clara instrucción
bíblica, estos son asuntos por los cuales la pareja casada misma tiene que
llevar la responsabilidad ante Dios y . . . estas intimidades maritales no
llegan a estar dentro de la esfera de acción de los ancianos de la
congregación. . . . Esto simplemente expresa un profundo sentido de la
responsabilidad de dejar que las Escrituras gobiernen, y de retraemos de
adoptar una posición dogmática donde la evidencia no parece suministrar
suficiente base."
El Cuerpo Gobernante, en efecto, retrocedió de esa zona íntima de la vida de otros. Así que finalmente reconocen que tales asuntos no estaban dentro de su esfera de acción, y se retraen de adoptar una posición dogmática para la que no tenían evidencia en las escrituras.
Según los Testigos de Jehová, los textos bíblicos son muy claros en este tema, algunos pasajes condenan abiertamente las prácticas homosexuales. Sus publicaciones citan varios versículos como estos:
Raymond Franz, anterior miembro del Cuerpo gobernante de los Testigos de Jehová, en su libro "Crisis de conciencia", Primera edición, pág 47, menciona lo siguiente:
"Un asunto, que no está en lo ya mencionado, pero el cual
produjo considerable discusión, tuvo que ver con una pareja de Testigos en
California. Alguien había visto en la alcoba de ellos cierta literatura y
fotografías que tenían que ver con prácticas sexuales no usuales. (No recuerdo
el que hayamos llegado a saber, exactamente, cómo la persona que informó esto
obtuvo acceso a la alcoba de la pareja.) La investigación e interrogatorio por
los ancianos locales confirmó que la pareja participaba de relaciones sexuales
más allá de la simple copulación genital. La correspondencia de los ancianos
llegó a Brooklyn y se pedía al Cuerpo Gobernante que decidiera en cuanto a qué
acción, si cabía alguna, tomar hacia la pareja.
Hasta el momento en que se nos leyó la correspondencia esa
mañana, ninguno de nosotros, aparte del presidente, había tenido oportunidad
alguna de pensar sobre el tema. Sin embargo un par de horas después se adoptó
la decisión de que la pareja estaba sujeta a expulsión. Esto más tarde, fue
presentado como la norma formal pública que aplicaba a todo Testigo que
voluntariamente participara en prácticas similares. El material publicado se
entendió y aplicó de tal manera que los cónyuges se sentían obligados a
informar a los ancianos si alguna de tales prácticas existía o se desarrollaba
en su matrimonio, fuera ya ésta el resultado de un acuerdo mutuo o por la
iniciativa de uno de los cónyuges. (En el caso último se esperaba que el
cónyuge que no inició la acción fuera a los ancianos e informara sobre esto, si
el que la inició no estaba dispuesto a confesarlo.) El no informar el asunto
generalmente se consideraba como señal de falta de arrepentimiento y como un
factor de peso a favor de la expulsión.
La creencia de que la expulsión lo
separa a uno de la organización donde la salvación se encuentra, así como de
los amigos y parientes, impone tremenda presión en la persona para que se
ajuste a la regla, no importa cuán difícil tal confesión (o informe) pueda ser.
La decisión del Cuerpo Gobernante en 1972 resultó en un
número considerable de "reuniones judiciales" a medida que los
ancianos investigaron informes o confesiones de las prácticas sexuales
envueltas. Mujeres sufrieron la vergüenza dolorosa de tales reuniones
judiciales a medida que respondían a las preguntas de los ancianos en relación
con las prácticas íntimas en sus relaciones maritales. Muchos matrimonios donde
uno de los cónyuges no era Testigo sufrieron un período turbulento, con el
cónyuge que no era Testigo objetando fuertemente a lo que, él o ella,
consideraba como una invasión impropia de la privacidad de la alcoba. Algunos
matrimonios fueron deshechos con el resultante divorcio.
También en la página 48 del mismo libro, en una nota al pié de página con el nº 10 se menciona: "10 En un memorándum al Cuerpo Gobernante, fechado 9 de agosto de 1976, uno de los miembros del personal de las oficinas centrales encargado de la correspondencia declara: "Muchos, muchos problemas han resultado de la posición asumida, usualmente cuando uno de los cónyuges es un no creyente [no es Testigo de Jehová]. Las esposas han rehusado permitir a los esposos que las estimulen de esta manera, o estimularlos ellas en tal forma. Como resultado matrimonios han sido destruidos." -Fin de la cita-
Raymond Franz también menciona que "Estas cartas indican la confianza implícita que estas
personas llegaron a depositar en el Cuerpo Gobernante, y la creencia de que los
hombres que formaban ese cuerpo podían decirle a ellos "hasta dónde
llegar" en aspectos tan íntimos de sus vidas, y el que ellos justamente
debían apegarse a esos límites "al pie de la letra."
1972- Prácticas fuera del matrimonio que no rompían el vínculo matrimonial.
Raimond Franz añade, "Otro asunto que surgió, algo relacionado con lo anterior, tuvo que ver con una Testigo en América del Sur cuyo esposo confesó haber tenido relaciones sexuales con otra mujer. El problema era que él había dicho que las relaciones sexuales habían sido del tipo mencionado antes, en particular, copulación anal y no genital.
La decisión del Cuerpo Gobernante fue que tal conducta no podía considerarse como adúltera; que el adulterio requería estrictamente copulación genital 'capaz de producir hijos.' De modo que el hombre no había llegado a ser "una carne" con la otra mujer y por lo tanto la decisión fue que la esposa no tenía base para divorcio bíblico y futuras segundas nupcias". Esto puede verse en La Atalaya, 1 de Agosto de 1972, pág. 479-480.
Es realmente sorprendente, que una esposa no pudiera, según dictaminó el Cuerpo Gobernante, divorciarse de un hombre que practicara tales actos, incluido el coito con animales.
Raymond Franz sigue mencionando algunos casos realmente paradójicos que se dieron:
"Todavía recuerdo una carta recibida algún tiempo después de aparecer los artículos, de una Testigo que, algunos años antes, había descubierto que su esposo había tenido relaciones sexuales con un animal. Como ella dijo, "Yo no podía vivir con un hombre como ése," y se divorció de él. Más tarde ella se volvió a casar y la congregación la expulsó por no estar "bíblicamente libre" para volverse a casar.
Después que aparecieron los artículos en La Atalaya ella escribió rogando que, en vista del cambio de posición, algo se hiciera para limpiar su nombre del reproche que había sufrido por la expulsión. Lo único que yo podía hacer era escribirle indicando que los artículos mismos eran, en sí, una vindicación del curso de acción de ella. Aunque había sido satisfaciente el nuevamente haber podido preparar material para rectificar un punto de vista errónea de la organización, el pensamiento sobrio de que esto no podría deshacer el daño que la posición previa hubiese causado por décadas y sabe Dios, a cuántas personas, no me abandonó."
Evidentemente esta forma de tratar asuntos tan delicados de una forma tan apresurada y claramente errónea tuvo rectificación, aunque ya mucho del daño había sido causado con las consiguientes rupturas matrimoniales y la angustia causada a muchos testigos que no sabían a que atenerse respecto de esas prácticas que habían estado teniendo y en las que ahora, el Cuerpo Gobernante, había irrumpido como una corte suprema, a dictaminar si eran apropiadas o no para un cristiano.
1973 - Prácticas fuera del matrimonio que sí rompe el vínculo matrimonial.
Nueve meses después del artículo de 1972, en La Atalaya, 15 de Mayo 1973, pág. 318 menciona:
"... Muestra que cualquier persona casada que se sale del vínculo matrimonial y se entrega a relaciones sexuales inmorales, sea con alguien del sexo opuesto o alguien del mismo sexo, sean naturales o contranaturales y pervertidas, es culpable de cometer porneia o “fornicación” en el sentido bíblico. Estas relaciones sexuales no se refieren a indiscreciones menores que cometa una persona, como por un beso o una caricia o un abrazo, sino que se refieren al uso inmoral de los órganos genitales en alguna forma de coito, natural o contranatural...
"... Muestra que cualquier persona casada que se sale del vínculo matrimonial y se entrega a relaciones sexuales inmorales, sea con alguien del sexo opuesto o alguien del mismo sexo, sean naturales o contranaturales y pervertidas, es culpable de cometer porneia o “fornicación” en el sentido bíblico. Estas relaciones sexuales no se refieren a indiscreciones menores que cometa una persona, como por un beso o una caricia o un abrazo, sino que se refieren al uso inmoral de los órganos genitales en alguna forma de coito, natural o contranatural...
Comprendiendo las palabras de Jesús, por lo tanto, cuando un cónyuge es culpable de inmoralidad sexual tan seria el cónyuge inocente puede divorciarse bíblicamente de esa persona, si él o ella desea hacerlo. El que obtiene un divorcio sobre esta base bíblica también está libre bíblicamente para contraer segundas nupcias, no estando sujeto por ello a un cargo de adulterio.
Esto claramente señala una corrección en el punto de vista que se ha expresado en previas ocasiones en las columnas de esta revista, pero la adherencia fiel a lo que las Escrituras realmente dicen lo requiere. Hay mucho más que puede considerarse sobre el asunto y por ese motivo se considerará más completamente en un número futuro de esta revista."
1975 - Prácticas dentro del matrimonio que pueden constituir base para divorcio
Otra cuestión relacionada, que surgió algún tiempo después se presentó en La Atalaya, 15 de Abril de 1975, pág. 255, bajo Preguntas
de los lectores, y fue la siguiente:
¿Constituyen las prácticas lascivas
de parte de una persona casada para
con su propio cónyuge base bíblica para
que el cónyuge ofendido obtenga un divorcio?.
"Hay veces cuando las prácticas lascivas dentro del arreglo matrimonial suministrarían base para un divorcio bíblico. Por supuesto, las Santas Escrituras no fomentan el divorcio ni mandan a la parte inocente que se divorcie de su cónyuge que se entrega al adulterio o crasa perversión sexual.
Concerniente al divorcio, Jesucristo declaró: “Cualquiera que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación, y se case con otra comete adulterio.” (Mat. 19:9) “Todo el que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación, la expone al adulterio, y cualquiera que se case con una divorciada comete adulterio.”—Mat. 5:32.
Así se pone de manifiesto que la “fornicación” es la única base para divorcio. En el griego común en el cual están registradas las palabras de Jesús, el término “fornicación” es porneia, que designa todas las formas de relaciones sexuales inmorales, perversiones y prácticas lascivas como las que se pudieran llevar a cabo en una casa de prostitución, incluyendo copulación oral y anal.
En cuanto a las declaraciones de Jesús acerca de divorcio, no especifican con quién se practica la “fornicación” o porneia. Dejan el asunto abierto. El que se puede considerar correctamente que porneia incluye perversiones dentro del arreglo del matrimonio se ve en el hecho de que el hombre que obliga a su esposa a tener relaciones sexuales contranaturales con él realmente la “prostituye” o “corrompe.” Esto lo hace culpable de porneia, pues el verbo griego relacionado porneuo significa “prostituir, corromper.”
De consiguiente, podrían surgir circunstancias que harían de las prácticas lascivas de una persona casada para con su cónyuge una base bíblica para divorcio. Por ejemplo, una esposa puede hacer lo que razonablemente pueda para impedir que su esposo le imponga perversiones como las que se llevan a cabo en un burdel. Sin embargo, debido a su mayor fuerza, él pudiera sobreponerse a ella y usarla para sexo pervertido. A fin de no ser prostituida de esta manera en otra ocasión, una esposa cristiana quizás decida obtener un divorcio. Ella podría establecer con la congregación que la verdadera razón para esto es porneia y luego proceder a conseguir un divorcio legal sobre cualquier base verídica aceptable a los tribunales del país.
Si, por otra parte, se participara de las prácticas lascivas por consentimiento mutuo, ningún cónyuge tendría razón para señalar porneia como base bíblica para el divorcio. Esto se debe a que ninguno de los dos es inocente y está buscando libertad de un cónyuge culpable de porneia. Ambos cónyuges son culpables. Tal caso, si es traído a la atención de los ancianos de la congregación, se manejaría como cualquier otro mal serio."
Resumiendo, lo que denominan prácticas lascivas en el matrimonio,
- Sí pueden suministrar base para divorciarse.
- La fornicación o porneia puede cometerse dentro del matrimonio, por ejemplo si uno de los cónyuges no está de acuerdo en participar de ellas, pero se ve obligada, se hace referencia a una esposa que se ve forzada por la mayor fuerza de su esposo.
- Pero si ambos participan de común acuerdo en tales prácticas, entonces no hay base para divorcio, y no obstante si los ancianos de la congregación llegaran a saber del asunto se manejaría como un mal serio.
1978 - Saliendo del tema y sin asumir responsabilidad por el daño causado
El Cuerpo Gobernante, en efecto, retrocedió de esa zona íntima de la vida de otros. Así que finalmente reconocen que tales asuntos no estaban dentro de su esfera de acción, y se retraen de adoptar una posición dogmática para la que no tenían evidencia en las escrituras.
Todos esos años de mantener esa postura, según los informes, causó un considerable sufrimiento innecesario y no pocos problemas para muchos matrimonios.
1983 - Prácticas "pervertidas" no ofrecen base para divorcio - Rectificación sobre lo publicado en 1975 y 1978
La Atalaya, 15 de Julio 1983, pág. 31, bajo el tema ¡Honre el arreglo divino del matrimonio! menciona:
"Pero ¿qué hay si uno de los cónyuges quiere o hasta exige que su compañero participe en lo que claramente es una práctica sexual pervertida? Los hechos que se han presentado aquí muestran que porneia encierra conducta sexual ilícita fuera del arreglo matrimonial. Por eso, el que uno de los cónyuges exija que el otro participe en actos de perversión, como cópula oral o anal, dentro del matrimonio no constituiría base bíblica para conseguir un divorcio que librara a cualquiera de los dos cónyuges para volver a casarse.(Contrástese con lo publicado en 1975)
Y en una nota al pié de página dice: "Esto es una aclaración de lo que apareció en La Atalaya del 15 de abril de 1975, página 255, y 15 de julio de 1978, páginas 30 a 32, y un ajuste en el entendimiento de ello. No se debe criticar a los que obraron de acuerdo con el conocimiento que tenían entonces. Esto tampoco afectaría la posición de alguien que en el pasado haya creído que la conducta sexual pervertida de su cónyuge en el matrimonio constituía porneia y, por lo tanto, obtuvo un divorcio y ahora está casado o casada con otra persona."
Es digna de notar la frase "No se debe criticar a los que obraron de acuerdo con el conocimiento que tenían entonces".
Caben algunas preguntas aquí,
- ¿quién proveyó ese conocimiento?
- ¿si el matrimonio es indisoluble a los ojos de Dios, a no ser por fornicación, en que posición se encuentran ante Dios los nuevos matrimonios formados en base a un entendimiento inducido por la organización claramente errado ?
- ¿Permite Dios que su esclavo fiel y discreto pueda dar información que afecte gravemente al matrimonio al punto de disolverlo y luego formar uno nuevo basado en un error y despachar el asunto con un " Esto tampoco afectaría la posición de alguien que en el pasado haya creído que la conducta sexual pervertida de su cónyuge en el matrimonio constituía porneia y, por lo tanto, obtuvo un divorcio y ahora está casado o casada con otra persona."?
- ¿Se sujeta Dios a los vaivenes interpretativos del Cuerpo gobernante respecto a lo que es o no es Porneia (Fornicación) para admitir así la validez de un matrimonio?
Punto de vista sobre la Homosexualidad
Referencia bíblica ( TMN ) | Versículos |
---|---|
Levítico 20:13 | ”’Y cuando un hombre se acuesta con un varón igual a como uno se acuesta con una mujer, ambos han hecho una cosa detestable. Deben ser muertos sin falta. Su propia sangre está sobre ellos. |
Romanos 1: 24-27,32 | 24 Por lo tanto, en conformidad con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la inmundicia, para que sus cuerpos fueran deshonrados entre sí, 25 hasta a los que cambiaron la verdad de Dios por la mentira y veneraron y rindieron servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó, que es bendito para siempre. Amén. 26 Por eso Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, porque sus hembras cambiaron el uso natural de sí mismas a uno que es contrario a la naturaleza; 27 y así mismo hasta los varones dejaron el uso natural de la hembra y se encendieron violentamente en su lascivia unos para con otros, varones con varones, obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa completa, que se les debía por su error. |
1 Corintios 6: 9-10 | ¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, 10 ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios. |
Judas 7 | Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas —después que ellas de la misma manera como los anteriores hubieron cometido fornicación con exceso, e ido en pos de carne para uso contranatural— son puestas delante [de nosotros] como ejemplo [amonestador] al sufrir el castigo judicial de fuego eterno. |
Debido a que en la sociedad actual cada vez más, se practica y se acepta la homosexualidad, la Watchtower ha reafirmado en repetidas ocasiones su posición sobre la homosexualidad en sus publicaciones. Por ejemplo en su libro "Proclamadores" de 1993, pág. 174-175 dice lo siguiente: "Pero los Testigos nunca tuvieron dudas en cuanto a cómo ver
la homosexualidad. ¿Por qué no? Porque para ellos los requisitos bíblicos no
son simples opiniones de hombres de otra época. ( 1 Tes.2: 13. ) Con gusto dan
lecciones bíblicas a homosexuales para que aprendan los requisitos de Jehová; y esas personas pueden asistir a las
reuniones de los Testigos para escuchar; sin embargo, nadie que siga
practicando la homosexualidad puede ser testigo de Jehová. ( 1 Cor. 6:9-11 ;
Judas 7.)"
Un estudio de las religiones se hizo en los Estados Unidos en junio de 2008 por el Foro Pew sobre Religión y Vida Pública. A la pregunta "la homosexualidad es un estilo de vida que debe ser desalentado por la sociedad," el 76% de los testigos de Jehová le dio una respuesta afirmativa, que es el porcentaje más alto para los grupos religiosos estudiados, mientras que sólo 12% de los Testigos creen que "la homosexualidad es un estilo de vida que debe ser aceptado por la sociedad." 11% No sabe/ No contesta. Ver estudio en la pág. 92.
Los Testigos de Jehová rechazan el argumento de que la homosexualidad es innata en algunos seres humanos que experimentan una atracción hacia el mismo sexo.
Los argumentos de que la estructura del cerebro, la insuficiencia de hormonas masculinas antes del nacimiento, o el código genético, podría influir en las preferencias sexuales de un individuo son refutadas en sus publicaciones.
Así las revistas publicadas por los testigos de Jehová señalan que los estudios científicos sobre este tema se han realizado sólo en animales, y que el hecho de que uno de los gemelos no es homosexual cuando el otro si lo es tiende a demostrar que los genes no están involucrados. Sin embargo, el movimiento reconoce que "es posible que los genes y las hormonas tengan alguna influencia" y que "tal vez los científicos nunca podrán definir exactamente la parte de lo innato y lo adquirido en las inclinaciones homosexuales ".
Para justificar las tendencias homosexuales de un individuo, los testigos de Jehová presentan varios argumentos:
- Entorno ambiental laxo en lo moral. Por lo tanto, para ellos, la trivialización de la homosexualidad en los medios de comunicación, los movimientos de gays y lesbianas son algunas de las causas comunes de la conducta homosexual.
- Entorno familiar anormal, especialmente en los niños. La homosexualidad como resultado de malas relaciones entre padre e hijo, cuyo desinterés o rechazo no intencional agravado por una madre autoritaria y posesiva, y evitando así que el niño desarrolle cualidades masculinas.
- Abuso sexual en la infancia, lo que resulta en la deformación de la identidad sexual.
Los testigos de Jehová creen que aunque algunos factores pueden influir en la orientación sexual de cualquier persona, la razón principal es la inclinación al mal del corazón como resultado del pecado original y la imperfección heredada de Adán. - Ver Despertad 1995, 8 de Febrero, pág. 15. Los jóvenes preguntan...¿Por qué me embargan estos sentimientos?.
"Recibiendo en sí mismos la recompensa completa, que se les debía por su error"
En diferentes momentos, la Watchtower ha variado en la explicación de lo que es el castigo de los homosexuales por su comportamiento, que es, como dice Pablo, "la recompensa completa, que se les debía por su error" en Romanos 1:26 , 27.32:
- En 1974, fue la incapacidad de tener una relación duradera que conduce al aburrimiento y la desesperación. Su futuro falto de esperanza, hace notar el homosexual William Carroll, conduce a “cinismo, desesperación y hasta suicidio.” La Atalaya 1975, 1 Enero, pág. 4.
- En 1976, "la gonorrea y la sífilis. Entre las condiciones frecuentes, los médicos encuentran que, en los órganos genitales, puede haber inflamación de la glándula de la próstata; inflamación y constricción de la uretra; hinchazón y ulceración de los tejidos linfáticos; ulceración y formación de granulación en la ingle, con extensión hasta las asentaderas y los órganos genitales; en la región anal se puede desarrollar un debilitamiento de los músculos anales con resultante pérdida de control del esfínter; ensanchamiento de hemorroides; perforación y laceración del colon, disentería causada por amibas; y tumores cancerosos. Todo lo cual señala a la exactitud de la declaración de la Biblia de que los que ‘cambian el uso natural de sí mismos a uno contrario a la naturaleza reciben en sí mismos la recompensa completa debida por su error.’—Rom. 1:26, 27. La Atalaya 1976 15 de Enero, pág. 39. "Peligros de la homosexualidad"
- En 1986, el SIDA entonces azotaba, la enfermedad se relaciona con con la "recompensa completa por su error". "Ya, muchas de estas personas están ‘recibiendo en sí mismas la recompensa completa’ a causa del SIDA y otras enfermedades que se transmiten a través de las relaciones sexuales. La Atalaya 1986 1 Enero,pág. 12 párr. 10 Días como “los días de Noé”.
- En 1988, un artículo de ¡Despertad! menciona que el SIDA no es un castigo divino directo, sino que el SIDA es el resultado de la práctica homosexual. "¿Quiere decir eso que, como algunos han afirmado, Dios está castigando a los homosexuales con el SIDA? No, la Biblia no dice tal cosa. Es más bien un asunto de que ellos ‘siegan lo que siembran’. (Gálatas 6:7.) La Palabra de Dios declara el siguiente principio: “Ellos han obrado ruinosamente por su propia cuenta [...]; el defecto es de ellos mismos”. (Deuteronomio 32:5.)" Despertad 8 Octubre 1988, pág.10.
- En 1989, sin embargo, ¡Despertad! explica que es el favor divino lo que los homosexuales han perdido. Las consecuencias físicas ya no están vinculados con el versículo bíblico de Romanos. "Los homosexuales ‘reciben en sí mismos la recompensa completa, que se les debe por su error’. En otras palabras, su vida se convierte en una vida de aberraciones sexuales contranaturales, una vida, por consiguiente, sin la aprobación de Dios. Además, debido a sus perversiones, pueden sufrir daño físico. ¡Despertad! 1989, 8 Julio, pág. 27.
- En el año 2003 se vuelve a vincular las enfermedades con Romanos 1:26, 27. "La pornografía, las relaciones prematrimoniales, el abuso de menores y la homosexualidad están a la orden del día. Algunos ya están “recibiendo en sí mismos la recompensa completa” en forma de enfermedades de transmisión sexual, ruptura de los lazos familiares y otros males sociales (Romanos 1:26, 27). La Atalaya 2003, 15 Diciembre, pág. 16 párr. 11.
Sus propuestas para abandonar la homosexualidad
Las publicaciones de los testigos de Jehová reconocen que es difícil para los jóvenes con tendencias homosexuales abstenerse de ello: ellos dicen que tienen que "tomar una verdadera lucha" y que "esta puede ser terriblemente difícil ". Sin embargo, cualquier persona que desee ser testigo de Jehová debe rechazar absolutamente la homosexualidad, tanto los actos como los pensamientos. Alguien que sigue practicando la homosexualidad no puede ser bautizado como un testigo de Jehová.
Para ayudar a los fieles a rechazar inclinaciones homosexuales, la Watchtower cree que se necesita tiempo y determinación y da los siguientes consejos en ¡Despertad! 1995, 22 de Marzo, pág. 21-23.
- Aprender a identificar las razones exactas de estas tendencias (sentimientos de inadecuación, miedo del otro sexo, nociones equivocadas de amor, etc), incluyendo orar y hablar con un anciano de la congregación que pueden ayudar a la persona para sondear sus sentimientos y pensamientos;
- Analizar el ejemplo de virilidad dada por Jesús cuando estuvo en la tierra;
- Medita en los textos bíblicos que muestran cómo Dios ve el sexo, el amor y la amistad entre las personas del mismo sexo;
- Romper con las actitudes y las asociaciones que evocan o refuerzan los deseos homosexuales, incluyendo la masturbación ;
- Desarrollar amistades con compañeros creyentes de ambos sexos;
- Cultivar amistades con cristianos maduros;
- Estár muy absorto en las actividades del grupo, estudio de la Biblia, actividades de congregación, evangelización, reuniones, etc.
Cuando se acercan al tema de la homosexualidad en sus publicaciones, los testigos de Jehová citan con frecuencia las palabras contenidas en 1 Corintios 6: 9-12 (ver tabla anterior). Este pasaje bíblico indica, según los testigos, que en el cristianismo primitivo, algunos habían practicado previamente algunas de las cosas que se mencionan en estos versículos (incluyendo la homosexualidad y la prostitución masculina) antes de convertirse al cristianismo y seguir los principios bíblicos. En consecuencia, los Testigos creen que es posible que un homosexual pueda cambiar el comportamiento y su manera de pensar y sentir. En este sentido, la organización cita en sus publicaciones historias de cristianos homosexuales que una vez abandonaron esta práctica para convertirse en testigos de Jehová y dice que son más felices también.
En 2013, la Watch Tower publicó la historia de un joven que vive en Camboya, de nombre Rek, que era homosexual y travesti. De acuerdo con el Anuario de ese año, en su pág. 57, el pastor de la iglesia a la que asistía solía hacerle comentarios humillantes y burlarse de la vida que llevaba, incluso negándose a enseñarle la Biblia. Caso distinto de la mujer testigo que le condujo un estudio bíblico, Rek logró "purificar su vida" gracias a las prácticas religiosas del grupo.
Contra el matrimonio gay
Los testigos de Jehová creen que es sólo Dios, el Creador de los seres humanos, el que tienen el derecho de establecer las normas que rigen el matrimonio. Según ellos, Jehová odia la homosexualidad y, por otra parte, que instituyó el matrimonio sólo entre personas de sexos opuestos, originalmente un hombre y una mujer. Por lo tanto, el matrimonio gay es una práctica condenada en la Biblia.
¡Despertad! 2005 8 de Abril, pág. 27, bajo el tema ¿Aprueba Dios los matrimonios homosexuales? dijo:
"La Biblia es muy clara: Dios no acepta ni pasa por alto las relaciones homosexuales. Lo mismo ocurre con las personas que “aprueban a quienes las practican” (Romanos 1:32, Nueva Versión Internacional). Y el que se celebre un “matrimonio” no las convierte en algo decente. Dios requiere que “el matrimonio sea honorable entre todos”, lo que excluye las uniones homosexuales, que él encuentra detestables (Hebreos 13:4)."
Sin embargo, debido a su postura apolítica, los testigos de Jehová no participan en ninguna campaña política o cualquier evento destinado a cambiar las leyes del gobierno (tales como la legalización del matrimonio gay), incluso si están en conflicto con su comprensión de la Biblia.
Actitud para con gays y lesbianas
Los testigos de Jehová creen que que para ser un buen cristiano, es necesario odiar la homosexualidad. Sin embargo, en sus publicaciones, se recomienda no odiar a los gays y lesbianas, porque Jesús dio su vida por todos. Sin embargo, según ellos, se espera que estas personas abandonen este estilo de vida para abrazar el culto de los Testigos de Jehová y recuperar el favor divino. ¡Despertad! 1997, 8 Diciembre, pág. 13-15 dice al respecto:
"La Biblia no distingue en particular a los homosexuales como un grupo al que los cristianos deban excluir de su trato u odiar (...)
Por consiguiente, en líneas generales, los cristianos no se precipitan a odiar a sus semejantes. Aun cuando detesten profundamente ciertos estilos de vida, no tratan de infligir daño a otras personas ni les abrigan rencor. (...)
Por lo tanto, los cristianos no muestran animadversión ni ridiculizan ni hostigan a los homosexuales ni a nadie. Los cristianos verdaderos ven a sus semejantes como discípulos potenciales de Cristo, así que los tratan de forma respetuosa y digna."
La última referencia que puede encontrarse sobre el tema, es en el Watchtower Library 2013, un programa informático para estudio y consulta de los Testigos, en el apartado "Guía de estudio 2014" hay una referencia a ¡Despertad! 2012, 1 de Diciembre, págs. 28-29, bajo el subtema ¿Hay algo que justifique la homosexualidad? dice:
Alguien podría preguntarse: “¿Tiene justificación una persona para ceder a sus impulsos homosexuales por razones de genética o de crianza, o por traumas como el abuso sexual?”. No. ¿Por qué? Ilustrémoslo. Tal vez una persona tenga lo que algunos científicos llaman la tendencia hereditaria al alcoholismo, o quizás se haya criado en un hogar en el que el abuso del alcohol era algo normal. Sin duda, la mayoría de nosotros intentaría comprender a alguien así. ¿Pero sería razonable animarlo a seguir abusando del alcohol o a renunciar a su lucha tan solo porque nació con esa tendencia o fue criado en un entorno nocivo? Claro que no.
Del mismo modo, aunque la Biblia no condena a quienes libran una batalla contra las tendencias homosexuales, tampoco consiente que cedan a dichos deseos, se deban a causas genéticas o de otro tipo (Romanos 7:21-25; 1 Corintios 9:27). Más bien, ofrece apoyo y soluciones prácticas a quienes quieran vencer tales impulsos.
¿Qué espera Dios de quienes tienen impulsos homosexuales?
La Biblia asegura que la voluntad de Dios es que “hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1 Timoteo 2:4). Aunque las Escrituras no aprueban la homosexualidad, tampoco promueven la homofobia.
Las normas de Dios no se pueden rebajar. En 1 Corintios 6:9, 10, la Biblia señala claramente que los “hombres que se acuestan con hombres” están entre quienes “no heredarán el reino de Dios”. Sin embargo, el versículo 11 añade estas consoladoras palabras: “Eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados, pero ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios”.
Como vemos, todos aquellos que tenían el deseo sincero de servir a Dios según las normas establecidas por él eran bien recibidos en la congregación cristiana del siglo primero. Lo mismo sucede hoy día con quienes buscan de corazón la aprobación de Dios, no reinterpretando la Biblia, sino amoldándose a sus normas."
"La Biblia no distingue en particular a los homosexuales como un grupo al que los cristianos deban excluir de su trato u odiar (...)
Por consiguiente, en líneas generales, los cristianos no se precipitan a odiar a sus semejantes. Aun cuando detesten profundamente ciertos estilos de vida, no tratan de infligir daño a otras personas ni les abrigan rencor. (...)
Por lo tanto, los cristianos no muestran animadversión ni ridiculizan ni hostigan a los homosexuales ni a nadie. Los cristianos verdaderos ven a sus semejantes como discípulos potenciales de Cristo, así que los tratan de forma respetuosa y digna."
La última referencia que puede encontrarse sobre el tema, es en el Watchtower Library 2013, un programa informático para estudio y consulta de los Testigos, en el apartado "Guía de estudio 2014" hay una referencia a ¡Despertad! 2012, 1 de Diciembre, págs. 28-29, bajo el subtema ¿Hay algo que justifique la homosexualidad? dice:
Alguien podría preguntarse: “¿Tiene justificación una persona para ceder a sus impulsos homosexuales por razones de genética o de crianza, o por traumas como el abuso sexual?”. No. ¿Por qué? Ilustrémoslo. Tal vez una persona tenga lo que algunos científicos llaman la tendencia hereditaria al alcoholismo, o quizás se haya criado en un hogar en el que el abuso del alcohol era algo normal. Sin duda, la mayoría de nosotros intentaría comprender a alguien así. ¿Pero sería razonable animarlo a seguir abusando del alcohol o a renunciar a su lucha tan solo porque nació con esa tendencia o fue criado en un entorno nocivo? Claro que no.
Del mismo modo, aunque la Biblia no condena a quienes libran una batalla contra las tendencias homosexuales, tampoco consiente que cedan a dichos deseos, se deban a causas genéticas o de otro tipo (Romanos 7:21-25; 1 Corintios 9:27). Más bien, ofrece apoyo y soluciones prácticas a quienes quieran vencer tales impulsos.
¿Qué espera Dios de quienes tienen impulsos homosexuales?
La Biblia asegura que la voluntad de Dios es que “hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1 Timoteo 2:4). Aunque las Escrituras no aprueban la homosexualidad, tampoco promueven la homofobia.
Las normas de Dios no se pueden rebajar. En 1 Corintios 6:9, 10, la Biblia señala claramente que los “hombres que se acuestan con hombres” están entre quienes “no heredarán el reino de Dios”. Sin embargo, el versículo 11 añade estas consoladoras palabras: “Eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados, pero ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios”.
Como vemos, todos aquellos que tenían el deseo sincero de servir a Dios según las normas establecidas por él eran bien recibidos en la congregación cristiana del siglo primero. Lo mismo sucede hoy día con quienes buscan de corazón la aprobación de Dios, no reinterpretando la Biblia, sino amoldándose a sus normas."
En la página 61, del libro exclusivo para ancianos, "Pastoreen el rebaño de Dios" 2010, aborda el tema de cuando debe formarse un comité judicial, y en el apartado 11 menciona: "Prueba (fundada en la declaración de al menos dos testigos) de que el acusado pasó toda la noche en la misma casa con una persona del sexo opuesto (o un conocido homosexual en circunstancias impropias."
El comité judicial debe indagar sobre los detalles y las circunstancias y podría desembocar en expulsión dependiendo de la investigación.
Según los críticos del movimiento, los Testigos de Jehová se niegan a aceptar la ciencia contemporánea. Desde la perspectiva del movimiento gay, ver la homosexualidad como el resultado de una elección deliberada, no como resultado de una tendencia real, simplemente significa fomentar la práctica de las relaciones homosexuales vividas en secreto, detrás del patrón de la conformidad externa y del matrimonio.
De hecho, algunos estudios científicos han traído algunas respuestas sobre las razones de la homosexualidad, como que el diseño del hipotálamo de los individuos en cuestión sería diferente. Además, la homosexualidad de los animales, muy extendida en algunas especies se ignora en los Testigos de Jehová completamente.