Expulsión

La excomunión es la expulsión, permanente o temporal, de una persona o de una confesión religiosa. Durante el período de la excomunión, el afectado sigue formando parte de la comunidad, pero debe cumplir sentencia de ahí el nombre de la misma, del latín ex communicatio[ne]. En los casos más severos, pierde la facultad de concurrir al culto normalmente, y de tomar parte en las ceremonias religiosas. Las diversas iglesias cristianas cuentan con normas para la excomunión o el trato con los excomulgados. (Wikipedia).

Historia


Históricamente, la sociedad Watchtower no observó la expulsión hasta la década de 1950. La historia muestra que solo hubo casos de expulsión de miembros que causaban división o se oponían al presidente de turno.
En el caso de Walter F. Salter quién fue el director general de la filial canadiense de la Sociedad Watch Tower, compañero y amigo de Joseph Franklin Rutherford durante 20 años. Se le expulsó por no estar de acuerdo con algunos entendimientos.

Walter Salter quedó decepcionado con las profecías no cumplidas en la década del veinte, el estilo de vida de Rutherford y como se estaba llevando a cabo algunos asuntos dentro de la organización, esto hizo que este hombre elevara sus quejas al presidente general.
La Atalaya del 15 de mayo de 1937 página 159 informa de una reunión celebrada en Toronto en presencia de toda la congregación (al rededor de unas 400 personas) para determinar que medidas tomar contra Walter Salter y su oposición a la organización.
Salter no pudo defenderse ni explicar su postura ante esta audiencia pública, ya que no estaba presente, solo unos pocos amigos se presentaron para defenderle.
Cameron, uno de los amigos de Salter, alzo la voz ante la audiencia y dijo "No se puede negar que como organización nos hemos equivocado en el pasado muchas veces, y no se puede negar que estamos en un error ahora".
Aunque Cameron intentaba argumentar desde su silla, el presidente preguntó si querían oírle, a lo que el publico respondió con un fuerte "No".
La asamblea tomó la resolución de destituir a Salter, solo tres votaron en contra (Cameron, su hija y su ex secretaria).
La organización espero siete días una disculpa formal por parte de Salter, como esto no ocurrió, fue expulsado.

¿Cómo trataban este asunto los estudiantes de la biblia?
"De acuerdo a esta Escritura lo que la iglesia podría hacer sería que, después de haber intentado en vano conseguir el hermano al arrepentimiento y reforma, se debe retirar la comunión fraternal especial de él hasta el momento en que él exprese la voluntad de hacer el bien a partir de entonces. Luego debe ser recibido de nuevo en la plena compañerismo. Mientras tanto, el hermano sólo puede ser tratado de la manera amable y cortés en que sería apropiado para nosotros para tratar cualquier publicano o gentil, la retención de los derechos especiales o privilegios o saludos o las oportunidades de votación que pertenecen a la iglesia como una clase separada del mundo " Atalaya 1 de marzo 1919 página 69.

La revista Watchtower de 1904, páginas 289-290, dijo: "La administración de la disciplina no es función sólo de los ancianos, sino de toda la [congregación] Por lo tanto, es evidente que los ancianos no están en ningún sentido para ser jueces de los miembros de la audiencia, el juicio se deja a la [congregación]".
Este método se llevó acabo hasta el año 1944, fue recién a partir de ese año que aparece por primera vez un comité judicial para tratar los asuntos en secreto, pero recién en el año 1952 se aplicó la expulsión de miembros de la congregación.
La Atalaya del 1 de octubre de 1930 página 301 dijo que la organización de Satanás practicaba tales cosas como la expulsión.

Luego de 1952, las normas se endurecieron, la Atalaya del 1 de octubre de 1955 página 607, mostró que asociarse con un expulsado era un motivo para ser expulsado:

"Si un publicador se niega a hacer esto y hace caso omiso de la prohibición de asociarse con la expulsada, ese publicador se rebela contra la congregación de Jehová, y la rebelión es como el pecado de adivinación, y la desobediencia, como la idolatría. Si después de una advertencia suficiente el publicador persiste en asociarse con la persona expulsada en vez de alinearse con la organización de Jehová, él también debe ser expulsado".

Critica a otras religiones


En 1952 la sociedad Watchtower tomó la decisión de expulsar de la congregación a todo aquel que hubiese cometido un pecado. Sin embargo cinco años antes la misma organización había escrito un articulo en la revista ¡Despertad! del 8 de Enero de 1947 página 27 explicando que la expulsión (excomulgar) que practicaban otras religiones era anti bíblico.

La revista explicó a sus lectores que..."La iglesia católica [...] trata de hacer valer el pretexto de que es la ley de Dios. la autoridad para la excomunión, según ellos se basa en la doctrina de Cristo y los apóstoles, tal como se encuentra en las siguientes escrituras Mateo 18:15-19, 1 Corintios 5:3-5, 16:22, Gálatas 1:8.9, 1 Timoteo 1:20, Tito 3:10. [1].

La revista citada, hace ver que la practica de la expulsión es contraría a las escrituras tomando como base hebreos 10:26-31 que en parte dice "Porque conocemos al que dijo: “Mía es la venganza; yo recompensaré”; y otra vez: “Jehová juzgará a su pueblo”. Es cosa horrenda caer en las manos de[l] Dios vivo. [2].
El articulo sigue diciendo..."La excomunión como "remedio" no encuentra apoyo en las escrituras, en el 325 A.D el catolicismo adoptó esta practica pagana, a partir de entonces el arma de la excomunión se convirtió en el instrumento por el cual  alcanzaba una combinación de tiranía eclesiástica secular que no encuentra paralelo en la historia".

Base bíblica 


1 Corintios 5:4-5 "que en el nombre de nuestro Señor Jesús, estando ustedes reunidos, también mi espíritu con el poder de nuestro Señor Jesús, entreguen a tal hombre a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvado en el día del Señor".
La Atalaya explica: Pero si no sigue los amorosos consejos de los ancianos y se niega a corregirse, será expulsado. Así se logrará “la destrucción”, o eliminación, del elemento que amenazaba con corromper a la congregación (léase 1 Corintios 5:5). Atalaya 15/2 2012, página 22.
Tito 3:10 "En cuanto al hombre que promueve una secta, recházalo después de una primera y una segunda admonición".
La Atalaya explica: ¿Qué hay si alguien rechazaba la censura y procuraba que otros en la congregación simpatizaran con él? Como muestra de misericordia, tales personas recibirían “la primera y la segunda admonición”. Si eso no daba buenos resultados, la instrucción que Tito recibió fue: “Recházalo”. Esto significa que a una persona de ese tipo se le había de excomulgar, o expulsar. (Tito 3:10, 11.) Atalaya 15/6 1983, página 14.
Mateo 18:16,17 "Pero si no escucha, toma contigo a uno o dos más, para que por boca de dos o tres testigos se establezca todo asunto. Si no les escucha a ellos, habla a la congregación. Si no escucha ni siquiera a la congregación, sea para ti exactamente como hombre de las naciones y como recaudador de impuestos"
La Atalaya explica: Evidentemente Jesús no estaba refiriéndose a un “pecado” en el sentido de alguna pequeña ofensa personal [...]  parece que él se refería a pecados como el fraude o la calumnia, pecados suficientemente graves como para resultar en que la persona fuera expulsada de la congregación. Atalaya 15/12 1981, página 11.

Expulsión por recibir una transfusión de sangre


La organización ha mostrado diferentes posturas con quienes no se "abstienen de sangre".
Primero permitió que cada miembro tomara una decisión basada en su propia conciencia, mas tarde se condenó esa postura expulsando a quien lo hiciera.
Desde 1945 a 1961 la organización consideraba que el mandato de "abstenerse de sangre" era un asunto de conciencia.
La Atalaya (en inglés) del 1 de julio de 1951 página 416 dijo "Los Testigos de Jehová no se oponen a que la gente utilice las transfusiones, se permite a cada uno decidir por si mismo lo que puede hacer a conciencia".
La revista aclara que los Testigos de Jehová individualmente darían cuenta a Dios por sus actos.

La organización pretendía que los fieles mostraran la misma postura que ellos, rechazando de plano las transfusiones de sangre. Sin embargo, ante una situación crítica, muchos optaban por la vida pasando por alto el nuevo entendimiento.
La Atalaya (inglés) 01 de agosto 1958 página 478  sección preguntas de los lectores dijo:

● Una testigos de Jehová que dice ser del resto ungido, recientemente fue ingresada en un hospital y recibió una transfusión de sangre, de manera voluntaria. ¿Debería permitirse que participara de los emblemas, del pan y del vino en el Memorial? RJ, Estados Unidos.

Nosotros, por supuesto, lamentamos que esta hermana, que se precia ser uno de los ungidos recibiera una transfusión de sangre de forma voluntaria durante su estancia en el hospital. Sin embargo, las congregaciones no han sido instruidos para expulsar a los que de forma voluntaria recibieron una transfusión de sangre. Nosotros dejamos que el juicio de los que violen la ley de Dios con respecto a la santidad de la sangre permanezcan con Jehová, el Juez Supremo.

El articulo concluía diciendo que no se le podía prohibir celebrar la cena del señor ya que no había sido expulsada. Es decir que hasta entonces, la organización no encontraba ninguna base bíblica para expulsar a quienes voluntariamente recibían una transfusión.

Esta postura cambió radicalmente en 1961, quizá para evitar que los hermanos siguieran pasando por alto la doctrina de la sangre que quería instaurar la sociedad.

La Atalaya del 1 de julio de 1961 página 414 y 415 dijo:
"En vista de la seriedad de introducir sangre en el sistema humano por medio de una transfusión, sí violara las santas escrituras en este respecto ¿estaría sujeto el recibidor dedicado y bautizado de la transfusión de sangre a ser expulsado de la congregación cristiana?".
La revista responde: "Las santas escrituras inspiradas responde sí. [3] [4].
Fue entonces cuando la organización encontró base bíblica para "castigar" a los que no se ceñían a las directrices de la sociedad Watchtower.

Actualmente, se ha cambiado el tecnicismo y ya no se expulsa, si no mas bien se desasocia.

El manual de los ancianos "Pastoreen el rebaño" en la página 111 dice sobre quienes actúan así voluntariamente.

El manual advierte que aquellos que sí se arrepienten pueden no ser expulsados, sin embargos tendrán que acarrear con la culpa de transgredir las ordenes de la organización. Esto se traduce en perdida de privilegios (incluidos los mas básicos) quedando expuestos ante la congregación.
Pero si el comité considera que la persona no está arrepentida, debe anunciarse su desasociación.



Razones para expulsar a un miembro


A continuación se exponen las ofensas que pueden exigir la formación de un comité. La lista no es definitiva ya que los ancianos de cada congregación pueden evaluar si otros asuntos merecen ser tratados judicialmente.

abuso de menores
adulterio
apostasía
arrebatos de cólera, violencia
asociación con personas que renunciaron a ser testigos de Jehová
avidez
blasfemia
borrachera
calumnia
complicidad, facilitación de pecado
consumir sangre
consumir tabaco
consumo de drogas
encubrimiento de pecado
espiritismo
fornicación
fraude
homicidio
homosexualidad, lesbianismo
idolatría
incesto
injuria
mentir, falso testimonio
robo, hurto
transfusión de sangre
unirse a otra religión

Comité judicial


Interpretación bíblica:
Imagen de un comité judicial
Mateo 18:15-17 dice ”Además, si tu hermano comete un pecado, ve y pon al descubierto su falta entre tú y él a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano. Pero si no escucha, toma contigo a uno o dos más, para que por boca de dos o tres testigos se establezca todo asunto. Si no les escucha a ellos, habla a la congregación. Si no escucha ni siquiera a la congregación, sea para ti exactamente como hombre de las naciones y como recaudador de impuestos.

La palabra que se usa para "congregación" es ekklesía que significa reunión popular, específicamente congregación religiosa (sinagoga judía, o comunidad cristiana de miembros en la tierra o santos en cielo, o ambos).
La sociedad Watchtower lo define así: "En las Escrituras Griegas Cristianas, la palabra congregación es una traducción del término griego ek·kle·sí·a, que significa un grupo de personas convocado" (Atalaya 1999 15/5 página 25).

Por lo tanto, se puede entender que Cristo hablaba de que fuera la congregación en conjunto quién tomara la decisión de juzgar al pecador.
La revista Watchtower de 1904, páginas 289-290, dijo: "La administración de la disciplina no es función sólo de los ancianos, sino de toda la [congregación] Por lo tanto, es evidente que los ancianos no están en ningún sentido para ser jueces de los miembros de la audiencia, el juicio se deja a la [congregación]".

Actualmente se interpreta de una manera diferente, la Atalaya del 15 de febrero de 1988 página 9 dice "Solo como último recurso, como indica Jesús, se ha de llevar el asunto a “la congregación”, es decir, a los superintendentes responsables de la congregación que puedan tomar una decisión judicial".

Los comités judiciales son reuniones que se llevan a cabo a puertas cerradas por ancianos (pastores) designados, con la persona que comete un pecado.
Durante estas audiencia el acusado debe explicar todos los pormenores del pecado cometido. El acusado no podrá acudir con un abogado ni registrar la reunión por medios electrónicos o escritos.
La audiencia solo escuchará los testimonios de Testigos que tengan algo significativo que decir. No se permite que el acusado acuda con personas que solo pretenden dar fe de las cualidades o buena reputación del acusado.

Si un miembro de los medios de comunicación o algún abogado que represente al acusado contacta con los ancianos, éstos no deberían darle ninguna clase de información acerca del caso o siquiera confirmar la existencia de un comité judicial. En vez de eso, los ancianos debieran dar la siguiente explicación: “El bienestar espiritual y físico de los Testigos de Jehová es de una gran preocupación para los ancianos, quienes han sido escogidos para ‘pastorear el rebaño’. Los ancianos realizan este pastoreo confidencialmente. Pastoreos confidenciales permiten más fácilmente que aquellos quienes buscan la ayuda de los ancianos lo hagan sin preocuparse de que lo que hablen con ellos vaya a hacer divulgado posteriormente. Consecuentemente, no hacemos comentarios en cuanto a si los ancianos están o se han reunido para asistir a algún miembro de la congregación”. Si fuera necesario, los ancianos pueden obtener el nombre de quien les interroga y número de teléfono e informarle que sus abogado les contactarán. Los ancianos deben llamar de inmediato a la sucursal.

Si las autoridades solicitan registros confidenciales de la congregación o le piden a los ancianos que den testimonio relativo a asuntos de congregación confidenciales, los ancianos deben llamar enseguida a la sucursal. -Pastoreen el rebaño de Dios páginas 86,87-

Muchos de los que han pasado por esta situación lo recuerdan como un momento de humillación personal.

Los comités judiciales se llevan a cabo cuando se sospecha que un miembro de la congregación a cometido un pecado lo suficientemente grave. Luego de evaluar todos lo hechos, se determina que medida disciplinaria se tomará con el individuo en cuestión. Esta puede ser una censura privada, una censura pública o la expulsión.


El libro Organizados para hacer la voluntad de Jehová páginas 153-154 dice:

EL ANUNCIO DE CENSURA
Si el comité judicial determina que la persona está arrepentida pero que el asunto probablemente llegue a saberse en la congregación o en la comunidad, o si por alguna otra razón los ancianos consideran oportuno advertir a la congregación, en la Reunión de Servicio se hará el siguiente anuncio sencillo: ―[Nombre] ha sido censurado‖. Dicho anuncio debe tener el visto bueno del superintendente presidente.

EXPULSIÓN
En algunos casos, puede que el pecador se haya endurecido y siga con su conducta pecaminosa sin responder a los esfuerzos que se hagan por ayudarlo. Tal vez no haya ninguna evidencia de arrepentimiento sincero, es decir, sus obras no lo demuestran ni tampoco se percibió dicho arrepentimiento en la audiencia judicial. En tales casos es necesario expulsar al pecador impenitente, privándolo así del trato con la congregación pura de Jehová. Esta medida se toma para eliminar la mala influencia del transgresor en la congregación a fin de proteger tanto su limpieza moral y espiritual como su buen nombre

EL ANUNCIO DE LA EXPULSIÓN
Cuando es necesario expulsar de la congregación a un pecador impenitente, se hace este breve y sencillo anuncio: ―[Nombre] ya no es testigo de Jehová‖.

Se ha acusado a los Testigos de Jehová que llevar a cabo un comité judicial de estas características estaría violando los derechos del individuo y de no contar con base bíblica para tal practica.

En 2014, la Ministra finlandesa de justicia, Anna-Maija Henriksson expresó su preocupación por como los testigos de Jehová llevan a cabo los comités judiciales y la forma en que se penaliza a sus propios miembros.

El ministerio de aquel país abrió una investigación a fondo sobre las prácticas que se llevan a cabo en los comités que parece contradecir su estatus de organización benéfica en Finlandia.
El UUT se sorprendió al descubrir el grado de ostracismo y humillación que sufren los miembros de la confesión cuando se rompen las leyes y reglamentos de la Watchtower.

Anna-Maija Henriksson es también uno de los primeros ministros europeos que se da cuenta que las sanciones de la Watchtower que inflige a sus miembros no están dentro del rango aceptable de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos y sorprende que una organización de caridad, como Los testigos de Jehová, puedan participar de este comportamiento.

Trato con los que han sido expulsados


Los Testigos asumen que es correcto
cortar toda relación con un hijo expulsado
siguiendo las normas de la organización.
La sociedad Watchtower manda a sus miembros a cortar toda relación, incluso la más mínima, con los que han sido expulsados.
Este mandato también aplica a los que son miembros de la familia.

En la década de 1950 este fue el consejo que dio la sociedad Watchtower:
"En caso de que un padre, una madre, un hijo o una hija, sea expulsado, ¿cómo deberían los miembros de la familia tratar a esa persona en sus relaciones familiares?—Hoy no vivimos en medio de naciones teocráticas en las que esos miembros de nuestra familia carnal puedan ser exterminados por apostatar de Dios y de su organización teocrática, como era posible y se ordenó en la nación de Israel en el desierto del Sinaí y en la tierra de Palestina. "Sin falta le matarás; tu mano será la primera que se levante contra él para ejecutarlo, y la mano de todo el pueblo después. Y le apedrearás para que muera, porque procuraba apartarte de Jehová tu Dios, ... Y todo Israel oirá y temerá, y no volverá más a hacer semejante maldad en medio de ti."—Deut. 13:6-11."

"Al estar limitados por las leyes de la nación mundana en la que vivimos y también por las leyes que Dios dio a través de Jesucristo, sólo podemos tomar medidas contra los apóstatas hasta cierto grado, es decir, de acuerdo con ambos conjuntos de leyes. La ley del país y la ley que Dios dio a través de Cristo nos prohíben matar a los apóstatas, aun cuando éstos sean miembros de nuestra propia familia carnal. Sin embargo, la ley de Dios nos exige que reconozcamos que están expulsados de su congregación, a pesar de que la ley del país en el que vivamos nos exija, de acuerdo con algunas obligaciones parentales, vivir bajo el mismo techo con esos apóstatas y tratar con ellos." -Atalaya del 15 de noviembre de 1952, página 703-

La Atalaya del 15 de enero de 2013 páginas 9-14 dice "Claro, usted ama mucho a su hijo. Pero recuerde: su hijo necesita ver que usted ama mucho a Jehová, incluso más que a sus familiares. Obedezca a Jehová y corte la relación con su familiar expulsado. No busque excusas para pasar tiempo con él o para seguir comunicándose con él por teléfono o por Internet".

La Atalaya del 15 de abril de 2012 página 12 dice "Pero ¿y si el expulsado es un familiar nuestro o un amigo íntimo? Entonces entra en juego nuestra lealtad, no a la persona, sino a Dios. Jehová nos observa y sabe si estamos obedeciendo su mandato de no tener contacto con cualquiera que haya sido expulsado".

La misma revista da un ejemplo de como se debe llevar a cabo el trato con un familiar directo:
"Veamos solo un ejemplo del bien que se puede lograr cuando la familia apoya lealmente la orden divina de no relacionarse con familiares expulsados. Un joven llevaba diez años expulsado, y durante ese tiempo su padre, su madre y sus cuatro hermanos se negaron a “mezclarse en [su] compañía”. A veces él intentaba incluirse en las actividades de la familia, pero, de forma loable, todos se mantuvieron firmes en su postura. Tras su readmisión, dijo que siempre los había echado de menos, especialmente cuando estaba solo por las noches. Sin embargo, admitió que si su familia hubiera tenido contacto con él, aunque fuera solo un poco, esa pequeña dosis le hubiera bastado. Al no tener ni siquiera la más mínima comunicación con ninguno de ellos, el deseo ardiente de disfrutar de su compañía se convirtió en uno de los factores que lo impulsaron a reparar su relación con Jehová. Pensemos en este hecho si alguna vez nos sentimos tentados a violar el mandato divino de no tener contacto con familiares expulsados".

La Atalaya del 15 de julio de 2011 página 31 dice "nuestro amor a Jehová siempre debe estar por encima de nuestro amor a un familiar, y más aún si no se arrepiente de sus pecados.
Claro, si un hijo es expulsado, es porque no ha aprovechado esta oportunidad. Por tanto, ¿qué sucedería si sus padres siguieran relacionándose con él innecesariamente? ¿No consideraría Jehová que lo están poniendo a prueba?".

La Atalaya del 1 de julio de 1962 página 415 señaló si era apropiado que los Testigos de Jehová asistieran a un funeral de un miembro expulsado.

  • Es correcto que un testigo de Jehová conduzca un funeral para alguien que muere mientras está expulsado? E, B., EE. UU.

Una congregación de siervos de Jehová no debe celebrar el servicio funeral de alguien que muere mientras está expulsado; tampoco debe oficiar en tal funeral un cristiano dedicado, a pesar del hecho de que los demás miembros de la familia sean testigos de Jehová y tengan buena reputación, Tampoco debe asistir a tal funeral alguien de la congregación. Nunca queremos dar a los de afuera la impresión de que una persona expulsada era aceptable en la congregación cuando en verdad y de hecho no era aceptable sino que había sido expulsada de ella.

Los miembros de la congregación no pueden pasar por alto estas normas, a tal grado que el manual de los ancianos "Pastoreen el rebaño" página 116 advierte que si una persona pasa por alto el mandato de no asociarse con los miembros expulsados, y que tras ser advertido, este perderá los privilegios dentro de la congregación o incluso podría ser expulsado.

La Atalaya del 15 de agosto de 1972 página 510 responde la siguiente pregunta:

  • ¿Es correcto orar por una persona que ha sido expulsada de la congregación cristiana?—Checoslovaquia.

Bíblicamente, no parece apropiado ni correcto el que un cristiano fiel ore por una persona expulsada.
Dios, por supuesto, es el Juez final en cuanto a la actitud de corazón del pecador, pero en casos de expulsión, el cristiano hace bien en no arriesgar el que su oración sea en vano o desagrade a Dios.
Quizás el individuo expulsado sea pariente o amigo allegado de uno. También puede ser que, desde su expulsión, parezca mostrar evidencia de arrepentimiento. ¿Sería correcto orar por él? En lealtad a Jehová y sus arreglos el cristiano se abstendría de orar por éste.

Existe una corriente critica sobre este asunto. En diciembre de 2012 se llevó a cabo una manifestación en Milán (Italia) en contra del ostracismo que sufren los miembros expulsados.

Conclusión


La practica de la expulsión se fue endureciendo en los últimos años.
Incluso, los miembros tienen la obligación de alertar a los ancianos si conocen a otro miembro que esté cometiendo un pecado.

Este mandato del Más Alto Nivel de autoridad en el universo imponía sobre cada israelita la responsabilidad de informar a los jueces cualquier mal grave que observara, para que el asunto pudiera manejarse. Aunque los cristianos no están estrictamente bajo la Ley de Moisés, los principios de esta todavía aplican en la congregación cristiana. Por eso, puede que haya ocasiones en que el cristiano esté obligado a llamar a la atención de los ancianos algún asunto. Es verdad que en muchos países es ilegal revelar lo que se halla en registros privados a personas no autorizadas para saberlo. Pero si, después de considerar un asunto con oración, el cristiano cree que se enfrenta a una situación en que la ley de Dios le exigiría informar lo que supiera a pesar de lo que exigieran autoridades menores, entonces acepta esa responsabilidad delante de Jehová. Hay ocasiones en que el cristiano ‘tiene que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres’. (Hechos 5:29.). -Atalaya 1 de septiembre 1987 página 13-


Enlaces externos


1.Vídeo modelo para llevar a cabo un comité judicial
2.Entrevista por un periódico a la familia Lake, quienes explican la expulsión.
3.Extractos de literatura de la Watchtower y el trato a expulsados